miércoles, 26 de enero de 2011

My future

Todavía esta mañana, mientras me tomaba la copita de Brandy Los Depresivos -recomendado por un bisnieto de Rodolfo Valentino- antes de desayunar, me debatía acerca del rumbo que debía acometer mi futuro. Todavía. Policía. Verdugo. Y al final, entre la academia de policía y y la academia de ejecutores me he decantado por ésta última y he tomado la firme decisión de desplazarme hasta la misma para inscribirme en el curso inminente. Me dio la idea el primo de un sobrino de Marlon Brando, algo así, soy incapaz de precisar, estaba ebrio, yo, no el pariente de Brando, con el que coincidimos, con el que habíamos quedado mi novia y el que les habla, un cocktail; ella me abandonaría tras el cocktail.

Cuando sea mayor: verdugo.

Eso me he repetido y tras acabar de peinarme he ido a por el mp3, y a por un libro para el viaje en metro. Me he dicho: hoy los Smiths. No: Portishead. No: James Holden. No: "no" me ha salido otra vez la palabra, creo que por puro automatismo. No: he dicho basta, basta, y creo que entonces era víctima de un ataque de melodicidad, y he decidido, sin posibilidad de apelación, que descargaría un disco de Nino Bravo y no se hable más. Y luego me he puesto a ver qué libro me llevaba, y me he dicho: Los detectives salvajes. No: 2666. No: Ampliación del campo de batalla. No: Cartero. No: El árbol de la ciencia, de Baroja. No: El camino, de Delibes. No, he decidio que me iría con Ampliación del campo de batalla, que me da la impresión que se atiene más con el look de verdugo. Pero luego me he dicho: Fulanito, no hagas tonterías, te vas a ir a matricular para verdugo, dónde vas con un libro, cuida tu reputación, dónde se ha visto un verdugo que lea, dónde, Fulanito piensa. No sería cosa que me tope con dos aspirantes más y se pongan a cuchichear: mira ése, con un libro, dónde va ese listillo con un libro. Ja -diría el otro-, menudo alternativo, y a mí esa palabra, "alternativo" me duele en el alma, como si me conocieran. No me llevaré ningún libro, he de ser una persona seria, de fiar.

Por otra parte, unas oposiciones para verdugo... La faena de verdugo no goza de predicamento ya en este país; desde 1975 hay un paro galopante en el verduguismo, ya no se ejecuta. Habría de emigrar para ejercer de verdugo. Pero ¿adónde? Lejos. Fuera de Europa. Estados Unidos, que es la tierra de la libertad, China, que es la tierra del pueblo, Irak; Afganistán. Hay opciones. Hay muchas más. Sí, Fulanito, no sufras, hay posibilidad de trabajar, que otro a engrosar el desempleo... pues no, no me parece bien. No emigraré a Alemania pero a otro sitio tal vez.

Más adelante, tras visitar de nuevo la nevera para servirme otro vaso de leche me he dicho: pero Fulanito, no sólo se trata de una ocupación, también has de encontrar pareja para que tu vida adquiera tintes de sentido. ¿Y cómo te las vas a componer a dichos efectos? ¿Qué harás cuando transites en esas infinitas colmenas de la noche -ignoro por qué me he puesto tan retórico y tan gratuíto-, cuando creas divisar a la muchacha de tus sueños? Si ella te dice: Ja, ja, ja Fulanito -riéndote un chiste (éxito)-, yo soy empleada de banca, ¿tú qué haces, a qué te dedicas? ¿Qué le vas a decir entonces Fulanito? Yo soy verdugo. Eso, Fulanito, está muy muy mal visto, mucho. No sé qué vas a hacer entonces.

Al final he decidido que no iba a ser verdugo. Y me he tomado otro Brandy Los Depresivos (porque no tenía mezcal Los Suicidas -que lo recomienda un primo mío que vive en México-) y he vuelto a la cama, que sólo eran las once, y hasta las siete no tengo ese absurdo cocktail en una galería de fotografía donde he quedado con un sobrino segundo de Roman Polanski, y adonde no me acompañará mi novia, que me abandonó después del cocktail al que asistimos junto al nieto de un primo de Marlon Brando o algo así, no me hagan recordarlo.

1 comentario:

  1. Al fin y al cabo son pequeños problemas de familia extendida. He leído (o soñado) por ahí que se está estudiando su abolición.
    Los únicos primos permitidos serán los números.
    "Todo aquello que no se entiende está bien" es la campaña que inundará las calles.
    Ejecutores es la profesión del futuro.

    FW

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